Qué libro. Leí algunas reseñas después de terminarlo (y amarlo), porque, siendo honesta, quería comparar opiniones. La mayoría destacan una prosa maestra pero algo peculiar. Es importante mencionar que lo leí en inglés, que no es mi lengua materna, pero a mí lo "raro" me fascinó. En un momento, la autora escribe: “…the stale crumple of a fast-food bag.” En una reseña, alguien criticaba que la frase no tiene sentido porque lo "stale" debería describir el contenido de la bolsa, no la bolsa misma. Pero esa opinión, les soy sincera, no me hace sentido. De hecho, incluso antes de leer ese comentario, la frase ya me había quedado grabada por lo evocativa que es, especialmente en el contexto de la escena.
Otros, como el New York Times, opinan que el inicio es fuerte, pero después la narración pierde fuerza. Concuerdo, hasta cierto punto. El final, en la línea temporal que transcurre en el presente, podría haber sido más contundente, resonante o estar más claramente conectado con la línea temporal del pasado. Sin embargo, no me disgusta. Hay algo en ese final, seco y ambiguo, que combina con la historia y tiene sentido para la protagonista. Podría criticarse que el personaje principal no experimenta un cambio significativo, pero ¿y si ese es precisamente el punto?
Por otro lado, algunas reseñas lo describen como una adaptación fallida de los asesinatos de Manson. Para ser franca, no sé mucho sobre Manson ni su historia como asesino serial, y ni siquiera lo había relacionado hasta que leí que esa era una de las inspiraciones del libro. Creo que ahí es donde la historia decepciona a quienes tienen mayor contexto sobre esos casos y llegan con expectativas específicas. Para mí, el libro funciona perfectamente por sí solo.
Dejo para el final lo que más disfruté de The Girls y que noté desde las primeras páginas: nunca me había sentido tan reflejada en las descripciones emocionales y, sobre todo, en los juegos mentales adolescentes que Cline plasma. Es increíble, porque me considero alguien que nunca caería en un culto y que está lejos de haber vivido muchas de las experiencias de la protagonista de 15 años. Sin embargo, la forma en que la autora nos sitúa en la mente de esta chica es no sólo precisa e impresionante, sino que, a nivel personal, me recordó exactamente cómo me sentía a esa edad. Especialmente las partes más oscuras de ser una adolescente mujer con rabia.
Mi favorito del año. Para mí, lo contiene todo: una voz que refleja la maestría de la autora en su oficio; temas profundos contemporáneos (desde cambio climático a compañías predadoras multinacionales); excelente storytelling, y un triángulo amoroso en el background (aunque ojo: el romance no es el centro, sólo un punto de partida - muy bien logrado). Sin embargo, lo anterior se cimienta en una exploración sobre los juegos de poder y, todavía más allá, la capacidad de total destrucción a nivel personal, social y ambiental de dichos juegos. El hecho de que el libro esté ubicado en Nueva Zelanda le dio puntos extra para mí, pero aún descontando eso, considero que ésta es una gran novela. No diré más porque vale la pena sumergirse sin saber mucho más. Aunque mencionaré que el final puede generar debate, y creo que algunos lo odiarán, y otros lo amarán. ¡Me encantaría discutirlo en un club de lectura!
Uy, qué cosa. Me fascinó leer esta novela latinoamericana tratando temas humanos sobre intimidad, la soledad y humanidad desde la integración de la tecnología en la sociedad, y en un contexto global. Una novela que tiene algo de ciencia ficción, algo de terror y suspenso, pero se siente totalmente anclada en al realidad y la ficción literaria. Creo que a muchos no les ha encantado este libro, pero yo quedé admirada con la mezcla de historias y las reflexiones y sentimientos que me generó.
Gran libro. De esos que te dejan estupefacta tratando de entender cómo le hizo la autora para generar esta historia. Me gusta que no cabe dentro de un género, ni de dos. Tiene algo de todo. Una maravilla que hay que experimentar sin spoilers. Aunque bueno, yo incluso lo leí después de ver la seria e igual me encantó. Disfruté ambas!