Lo acabé porque soy de las que tiene que acabar libros, y porque no es un mal libro. De hecho, creo que es una lectura perfecta para verano, con profundidad, emocional, y al mismo tiempo fácil de digerir. Sin embargo, no es tanto mi tipo de ficción. Casi, pero no. ¿Por qué? Creo que tiene que ver con la prosa y la historia en sí misma. Aunque disfruté muchos detalles, como la casa que se vuelve un personaje junto con los árboles que la rodean, creo que no hay tanto que sea particularmente original, al menos no como me gustaría. Pero quizá estoy siendo medio snob y en otro momento hubiera amado este libro.
Mi favorito del año. Para mí, lo contiene todo: una voz que refleja la maestría de la autora en su oficio; temas profundos contemporáneos (desde cambio climático a compañías predadoras multinacionales); excelente storytelling, y un triángulo amoroso en el background (aunque ojo: el romance no es el centro, sólo un punto de partida - muy bien logrado). Sin embargo, lo anterior se cimienta en una exploración sobre los juegos de poder y, todavía más allá, la capacidad de total destrucción a nivel personal, social y ambiental de dichos juegos. El hecho de que el libro esté ubicado en Nueva Zelanda le dio puntos extra para mí, pero aún descontando eso, considero que ésta es una gran novela. No diré más porque vale la pena sumergirse sin saber mucho más. Aunque mencionaré que el final puede generar debate, y creo que algunos lo odiarán, y otros lo amarán. ¡Me encantaría discutirlo en un club de lectura!
Thrilling, lovely and perfect for science fiction lovers.
Fun, it can become a bit of a soup opera (but well written), super enjoyable.