Sugar Beth Carey is back in town, the small southern town she despised and never intended to return to. However, she's also on a mission, to find a painting willed to her worth millions. To gain access to the estate of her deceased father, she must 'make nice' with its current occupant, Colin Byrne. No easy task, because as her teacher 15 years earlier, she ruined his reputation by falsely accusing him of molesting her, and now he is a rich, famous author relishing his opportunity for revenge.

But, what neither of them foresee is the begrudging respect they will develop for one another's wit and intelligence as they struggle to maintain their emotional distance and prevent themselves from falling in love. Complicated not only by their pasts, but by others who were hurt in the past as well.

Ain't She Sweet? is a story of courage and redemption...of friendship and laughter...of love and the possibility of happily-ever-after.

Dicen que los indios jamás olvidan una ofensa, que la venganza entre ellos es cosa sagrada y que todo lo que tienen de agradecidos y humanitarios lo tienen de rencorosos y vengativos. Y aunque Lorenzo Rosas vista a la última moda parisina y hable tres lenguas, en su fuero íntimo sigue siendo Nahueltruz Guor, el ranquel que seis años atrás juró destruir a la culpable de su desdicha: Laura Escalante.

En la sociedad porteña ella es conocida como la viuda de Riglos, una mujer hermosa, rica, inalcanzable. Dueña de una editorial, se mide ideológicamente con figuras de la talla de Sarmiento y MansÜla y escribe un folletín que mantiene en vilo a muchas lectoras. Se le atribuyen, además, varios affaires, el más resonante con el general Julio Roca, quien se apresta para su conquista del indio. Pero lo cierto es que, detrás de esa imagen de mujer fatal, Laura esconde un alma sensible y un corazón destrozado.

El rencor de Nahueltruz parece tan profundo como el amor que ella siente por él. En medio de esta lucha de voluntades poderosas, los fantasmas del pasado reaparecen para complicar la situación y se interponen nuevos obstáculos y malentendidos. ¿Podrá Nahueltruz vencer el odio que lo domina y perdonarla?