Los nueve textos reunidos en El problema de los tres cuerpos muestran la fuerza narrativa de su autora, quien fue distinguida con el Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2016. En estas páginas, la fluidez de la prosa va de la mano con la aspereza de los temas, y la crudeza de las situaciones se alía con el sentido del humor.
El libro evoca un equilibrio enrarecido, que a cada momento está a punto de romperse. El desbordamiento es el punto de partida de sus historias. Sicarios y prostitutas, hombres postrados por la enfermedad y los accidentes; amantes que, tras el abandono, sólo pueden agravar sus fracturas vitales son algunos de sus personajes. Aunque se encuentran acechados permanentemente, la escritora no cae en una mirada catastrofista. Por el contrario, en sus cuentos la violencia no es un agente exterior, que altera el curso de los acontecimientos, sino que forma parte esencial de ellos, como una semilla que aguarda con paciencia el momento perfecto para estallar.
La fragilidad que se apodera de los protagonistas los humaniza y revela su auténtica intimidad. Después de todo, como se lee en una de estas páginas, el curso de nuestras vidas es una “ecuación imperfecta”.
Ana quiere plantar una milpa en su traspatio, en plena Ciudad de México. Pero en la tierra hay altos contenidos de plomo y la privada donde vive está plagada de ausencias. Su hermana murió, sus papás están de luto y sus hermanos de campamento; su única amiga se fue a buscar a quien la abandonó cuatro años atrás. Menos mal que queda Alfonso.
Alfonso es un antropólogo especializado en alimentación prehispánica. Es viudo y dueño de la privada Campanario. Él mismo la diseñó a partir de un esquema de la lengua humana y dio a las casas el nombre de cada uno de los cinco sabores que percibimos: Dulce, Salado, Amargo, Ácido y Umami.
En duelo, los habitantes de la privada desearían echar el tiempo atrás. Tejida al revés, esta novela se los permite. Mientras Ana remueve la tierra y clava las semillas, sus vecinos hurgan en el pasado. Pero el traspatio de la memoria está minado con preguntas: ¿Quién fue mi mujer? ¿Por qué se fue mi mamá? Y, ¿cómo es posible que se ahogara una niña que sabía nadar? Umami constituye una propuesta literaria original en su afán por explorar la amplia gama de sensaciones y emociones que el ser humano -en distintas etapas de la vida- experimenta.